Medicina General
La medicina general constituye el primer nivel de atención médica. Es imprescindible para la prevención, detección, tratamiento y seguimiento de las enfermedades crónicas estabilizadas, responsabilizándose del paciente en su conjunto, para decidir su derivación a los especialistas cuando alguna patología se descompense.
El médico de familia
El médico de Familia es generalmente conocido como médico de cabecera o médico general. Aunque existen diferencias con éste, ya que para ser médico de familia los licenciados en Medicina realizan cuatro años de formación MIR (médico interno residente) en la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria.
Se puede decir que el médico de Familia es el especialista cuyo área de conocimiento abarca a la persona como a un todo.
Y es que lo que diferencia a los médicos de Familia de otras especialistas es su visión del individuo. Mientras otras especialidades, como la Oncología y la Urología, tratan problemas muy concretos, el médico de familia ha de tener siempre una visión global del individuo.
El médico de Familia ha de tener en cuenta no sólo los aspectos físicos de la enfermedad, sino también los psicológicos y sociales, y el entorno en el que vive el enfermo, sus circunstancias familiares y sus relaciones sociales, que en gran medida influyen en su estado de salud.
Esta atención continuada permite al médico de Familia atender la gran mayoría de los problemas de salud de las personas a lo largo de toda su vida, convirtiéndose en muchas ocasiones en el consejero, asesor y confidente del paciente.
Es decir, el médico de familia no se encarga normalmente de diagnosticar el problema concreto del individuo. Pero de lo que sí se va a encargar es, después de un estudio a fondo de la persona, derivar a esta a un especialista que trate el foco del problema.